Será en septiembre...
Tengo nueve meses por delante para preparar el vuelo... será como un parto, pero del verbo partir...
Invocaré a todos esos dioses en los que no creo para implorarles que esta vez septiembre sea un mes de comienzos y no de finales... de primaveras... de aires de libertad...
Destino?... las calles a las que voy a dar con mis pasos cada noche en sueños... las que tú me enseñaste... en las que te perdí... Siempre quise esperar a alguien, junto a la fuente, en la Plaza de la Trinidad... aunque no aparezca nadie...
Hoy he cerrado una etapa de más de cuatro años y medio... Ni me da pena ni me alegro... más bien creo que aún no lo he asimilado...
Vuelve a aparecer ante mí una nueva bifurcación en el camino... no quiero elegir... nunca lo hago bien... o sí... pero luego siempre llevo "el coste de oportunidad" colgando en la espalda...y pesa mucho... en ocasiones demasiado... Para estos casos debería poder tirarse una moneda al aire y que sea ella quien sentencie... eso sí, acudiendo antes a infinitos cursillos de iniciación y perfeccionamiento sobre el azar, para saber encajar después el golpe de suerte...
Tengo un trébol de 4 hojas en la cartera y mi dado de la suerte en el bolsillo... necesito otro amuleto más... los números pares nunca me han gustado... quizá por eso, hasta el momento, no han hecho casi efecto... Si alguien sabe de alguno, me lo haga saber cuanto antes... tengo diez días para decirdirme...
Por lo demás ni más, ni menos larga que cualquiera hay momentos que me apetece y me atrevo a pisar fuerte, para que se oigan los cascabeles a mi paso... en otros, me siento en una esquina de mi habitación a descuartizar el tiempo con las manos...
Yo también tengo miedo... mucho miedo... y tiemblo como si tuviera frío...
PD: las fotos no sólo pueden olerse, sino que se huelen mientras se miran... o por lo menos las que yo tengo sí...
No me gusta el olor de los hospitales... me pone nerviosa... quizá es por eso por lo que odio ir al médico de cabecera con un simple catarro... siempre espero en la sala con angustia y con miedo a que me pongan una inyección... es sólo un pequeño pinchazo, lo sé... algo así como un pellizquito... pero es algo que me supera...
Me pasé más de 5 horas con H. en brazos y con 40º de fiebre hasta que lo atendieron... Me sentí impotente al ser incapaz de quitarle los dolores a besos... Anginas le diagnosticaron...
Descubrí, aunque ya lo sabía de sobra, de quién heredé mi vena revolucionaria... fui por un momento "la hija del cabecilla del motín"... Me sentí más que orgullosa... en ese tipo de cosas siempre me reconozco en él... y él en mí, cuando lo hago yo... creo que es en lo único que estamos siempre de acuerdo y de la única forma que logramos entendernos... quizá es un lenguaje nuestro secreto...
Al final lo consiguió... Yo sonrío cada vez que lo pienso...
Por lo demás, hoy es el último finde que curro con U. y no acabo de acostumbrarme a mirar la hora en la muñeca... ni el calendario en las manos...
Hoy he visto la alegría en unos ojos que dicen que se parecen a los míos... la magia y la ilusión pueden crearse... he podido comprobarlo y me reafirmo nuevamente... aún tenemos el privilegio de fabricar sueños... de atraparlos al vuelo y servirlos en bandeja... sólo es cuestión de ser partícipe y creérselo... (hoy he sido más "Maga" que nunca)
He sentido el tacto cálido de decenas de labios en mis mejillas... me han besado con sinceridad... por compromiso... con achuchones y pésames incorporados... con un tirón de orejas... con verdadero entusiasmo... con mensajes ocultos...
Me han llegado besos y abrazos envueltos en un icono con forma de sobre al móvil y al PC... (incluso hubo quien, a la 5ª vez de felicitarme, aún no sabía si lo había hecho ;-D )... abrí con delicadeza cada sobre, y cerrando los ojos, sentí todos y cada uno de los besos enviados... eran cálidos y apretados... no habían perdido su calor por el camino...
Me han llamado desde Madrid... desde Guadalajara... desde Zaragoza y Tenerife... desde Córdoba... incluso desde el otro lado del espejo, para sacarme la lengua...
Me han cantado el cumpleaños feliz más bonito que jamás había escuchado... medio en castellano, medio en soagili¿?... a un escaso metro del suelo y con los ojos brillantes... tras comérmela a besos, hizo un bis...
He echado de menos a tres personas, pero ese vacío lo han compensado las otras personas que yo creía ausentes y han estado... me han emocionado...
Hace un instante, he cerrado los ojos unos segundos y he sonreído... supongo que hoy ha sido un buen día...
En cuanto a la parte material... he debido ser muy buena o parecerlo... se han portao este año (como todos)... Me han traído muchas cosas... muchas... incluso casi todas las que pedía... Sólo han faltado dos... una de ellas la tarta... pero soy perfectamente consciente de que somos muchos y hay que repartir... las dejaremos para otra ocasión...
En fin... el día ha terminado, la jornada ha sido muy intensa y los juguetes ya llevan un buen rato durmiendo en su nueva casa... Me voy a la cama a leer, a descansar y a seguir arrancando hojas del calendario...
Sólo una cosa más... pedir un deseo y soplar conmigo... la magia sigue existiendo... sólo hay que creer en ella...
Hoy Susana tenía cita a las cinco de la tarde… (hora torera)… para ella ir al dentista es lo mismo que plantarse delante de un mihura… Una vez me contó que tuvieron que hacerle un empaste en tres sesiones… que se moría de vergüenza, pero que le podía el miedo…
Como siempre, Margarita la esperaba en la sala leyendo revistas atrasadas…
Mientras G. terminaba de fumarse su nobel bajo en nicotina (que sabe a nada), yo me quedé en el gabinete hablando con Susana… No sé por qué me cayó bien desde el primer día… parece una persona sincera… y, a decir verdad, es uno de los pocos pacientes con los que no tengo que forzar las palabras… siempre encuentro tema de conversación mientras preparo el instrumental…
Hoy me contó que estaba hasta el moño de comprar reyes… que sólo le faltaba una cosa para su hija la pequeña… Yo le dije que me había pasado la mañana trotando bajo la lluvia, pero que había merecido la pena…
Cuando G. entró en la consulta, llené el vasito de plástico con agua y me fui a seguir haciendo cosas…
Más de media hora después, nos despedimos las cuatro en la entrada…
Al cerrar la puerta, G. volvió hacerme por 3ª vez el mismo comentario:
- A mí me da que éstas dos son… son… vamos, que son pareja… Sé que Susana tiene dos hijas, pero… No sé, yo de estas cosas ya no entiendo nada… hace tiempo que me perdí y no me aclaro… Chicas que siempre estuvieron con chicos acaban con chicas… y al revés, chicos que estaban con chicas y ahora se lían con chicos…Pero bueno, son cosas mías, tú no me hagas mucho caso…
- Bueno, oye, cada uno…
Sí, me limité a decir sólo eso… sin embargo, mientras G. daba la conversación por zanjada tras mi frase inacabada, mi pensamiento iba más allá de esas cuatro palabras hilvanadas sin sentido que acaban de salir por mi boca… Puede que todo resultase muy raro, pero mientras el resto del mundo duerme (incluso las dentistas retrógradas que fuman tabaco que no se sabe a nada) ella tiene quien le caliente los pies en la cama…
Susana puede que le tenga miedo al dentista, pero no a la vida…
Una hora después veo una llamada perdida de U. en el móvil… me extrañó… jamás me llama cuando estoy trabajando… Me quedé preocupada, así que decidí llamarla…
Descolgó el teléfono… al hablar se le quebraba la voz… no tardé en averiguar mis sospechas… estaba llorando…
Debió de quedárseme la misma cara de gilipollas que se me queda siempre en estos casos… nunca sé qué decir, ni cómo actuar… y mucho menos así, sin tenerla delante y con un teléfono en la mano… Me apetecía abrazarla fuerte, fuerte… dejarle mi hombro… pero sólo pude darle palabras y hacerle una promesa:
- El primer finde que libremos, nos vamos las dos juntas de borrachera a llorar nuestras penas… Un cacique y un chiste malo por cada lágrima… trato?
- Trato… pero… tú también quieres llorar?
- No mujer, lo mío es por solidaridad… por acompañarte para que no hagas el ridículo tú sola…
- Ah, bueno… ya me habías asustado
Sé que no logré consolarla… ni un poquito sólo… (las palabras no curan)… pero al menos había dejado de llorar, y eso me dejaba un poco más tranquila…
Cuando a las 9 entré por la puerta de casa, no me lo podía creer… home sweet home… bañé y le di la cena a H… lo acosté… Abrí el grifo de la ducha… por fin iba a poder secarme los pies… (odio tenerlos mojados por la lluvia)… el vapor del agua caliente me envolvió en una relajante y densa niebla… limpié con la mano el vaho del espejo para encontrarme… fue entonces cuando pude ver, tras la fachada de fortaleza que ven los demás, los 7 dardos clavados en el corazón…
Soy de cristal -pensé- un día me rompo...
Una vez construimos un muro… consistía en una especie de barrera obligatoria en la que frenar los sentimientos…
Cada una se quedó a un la / do…
No lo fuimos levantando poco a poco, piedra a piedra… Lo alzamos en una sola noche… así, de golpe… como por arte de magia… Despertamos al día siguiente y ahí estaba… tan frío él…
Medía mucho… cien metros… dos cientos… u n k i l ó m e t r o… quién sabe… pero era muy alto… Era lo suficientemente alto como para impedirme ver con claridad lo que se escondía al otro lado…
En ocasiones, arañé adoquines… mordí piedras… partí cascotes con mis manos… hasta conseguir hacer un pequeño agujero por el que asomarme…
Otras veces, fabricaba una escalera de ilusiones para subirme y pasar al otro lado… Justo cuando estaba arriba, cuando sólo me faltaba una pierna por pasar, de repente todo se quedaba a oscuras… luego venía un fuerte golpe en el cuerpo… Cuando la claridad volvía, al abrir los ojos, me descubría de nuevo en mi jodido reducto…
Ha pasado un tiempo desde entonces hasta ahora… desde nuestra grandiosa obra de arte urbano-sentimental…
Hay días que logro acercarme y acariciarlo, con indiferencia… otros, lo miro con odio y con recelo, y lo maldigo… otros peores (los que más), el muro se vuelve contra mí y me molesta su sola presencia… y me desespero y me doy mil cabezazos contra él desesperada, como un animal malherido y abandonado…
Pero hay otros muchísimo peores… son esos días en los que me parece oír su voz llamándome en el silencio de la noche…cuando creo oir sus manos golpeando desde el otro lado...toc toc... es entonces cuando se despierta mi instinto más irracional y me preparo para derribar el muro a bocados, a puñetazos, a patada limpia, a… a lo que haga falta…como haga falta… con lo que sea necesario…
Si aún no lo he hecho es porque son sólo suposiciones…quizás a veces, a ella también le ocurre lo mismo, pero insisto… el muro es muy alto… y yo desde aquí, no logro ver lo que hay al otro lado…
Ayer, a la hora de la cena descubrieron que faltaba el interno dieciséis mi sobrina se puso a cenar con tus cubiertos... aquellos cubiertos siempre fueron para ti...
No pude evitarlo... al meter las primeras cucharadas de sopa de marisco en la boca, se me clavaron en el estómago los cuchillos y tenedores del resto de comensales... quizá por eso, no llegué al segundo plato...
"esos cubiertos son suyos"... le confesaba a mi copa de vino... "esos cubiertos eran para ella"...