Una vez construimos un muro… consistía en una especie de barrera obligatoria en la que frenar los sentimientos…
Cada una se quedó a un la / do…
No lo fuimos levantando poco a poco, piedra a piedra… Lo alzamos en una sola noche… así, de golpe… como por arte de magia… Despertamos al día siguiente y ahí estaba… tan frío él…
Medía mucho… cien metros… dos cientos… u n k i l ó m e t r o… quién sabe… pero era muy alto… Era lo suficientemente alto como para impedirme ver con claridad lo que se escondía al otro lado…
En ocasiones, arañé adoquines… mordí piedras… partí cascotes con mis manos… hasta conseguir hacer un pequeño agujero por el que asomarme…
Otras veces, fabricaba una escalera de ilusiones para subirme y pasar al otro lado… Justo cuando estaba arriba, cuando sólo me faltaba una pierna por pasar, de repente todo se quedaba a oscuras… luego venía un fuerte golpe en el cuerpo… Cuando la claridad volvía, al abrir los ojos, me descubría de nuevo en mi jodido reducto…
Ha pasado un tiempo desde entonces hasta ahora… desde nuestra grandiosa obra de arte urbano-sentimental…
Hay días que logro acercarme y acariciarlo, con indiferencia… otros, lo miro con odio y con recelo, y lo maldigo… otros peores (los que más), el muro se vuelve contra mí y me molesta su sola presencia… y me desespero y me doy mil cabezazos contra él desesperada, como un animal malherido y abandonado…
Pero hay otros muchísimo peores… son esos días en los que me parece oír su voz llamándome en el silencio de la noche…cuando creo oir sus manos golpeando desde el otro lado...toc toc... es entonces cuando se despierta mi instinto más irracional y me preparo para derribar el muro a bocados, a puñetazos, a patada limpia, a… a lo que haga falta…como haga falta… con lo que sea necesario…
Si aún no lo he hecho es porque son sólo suposiciones…quizás a veces, a ella también le ocurre lo mismo, pero insisto… el muro es muy alto… y yo desde aquí, no logro ver lo que hay al otro lado…
Pues pega un salto si es necesario... te iba a decir que soplaras pero me acabo de acordar de...jejejeje...los muros a veces parecen de piedra, pero sólo parecen...
¡Feliz Año,Maga!
soplar??? Así solo se arreglan las lentes de las grabadoras...jajajaaja qué capulla!!
¡Feliz Año, Horacio!
PD: oye, que no te lo he dicho, pero me ha encantado que me digas que tu casa aún sigue oliendo a mí... ya ves, una que de vez en cuando es cursi... ¬¬
Un abrazo fuerte cazadora de ocasos