...Fuí a los bosques porque quería vivir a conciencia. Quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida.
Olvidar todo lo que no fuera la vida, para no llegar a la muerte, descubriendo que no había vivido...
Anoche me reí y me divertí tanto tanto, que ya no recordaba lo sano que era levantarse con agujetas en el estómago y en la mandíbula...
Volvió a ser una noche como las de entonces...sin prisas...sin reloj...con ganas de fiesta...con ilusión...con muchas anécdotas por contar...con besos y abrazos...con rondas y tabaco compartido...y sobre todo con risas...muchas risas...carcajadas que aún me siguen retumbando en los oídos...
Ayer todo encajaba y era perfecto... Me escapé un instante para buscar una estrella fugaz y pedirle como deseo que nos quedaran muchas noches como ésa...pero las nubes y el frío me obligaron a desistir a los dos minutos...tampoco me dejaron volver a salir sola a la calle...
Hoy me desperté sin resaca y se me escapaba la risa floja cada vez que hacía flash-back de la noche...
A media tarde me empezaron a entrar náuseas...tenía el estómago como si me hubieran dado una patada en él...yo ya no reía...supongo que se me acabaron todas las risas por la noche... y la vida ya no encajaba ni era perfecta...era un amasijo de piezas de puzzle y cristales rotos...y me invadió una horrible sensación de vacío...
Después, no sé por qué, mis pasos me encaminaron a casa de mi abuela... cuando llegué, lo único que me apetecía era sentarme en su regazo y ponerme a llorar...llorar y llorar...hasta quedarme seca...pero no lo hice...me limité a pedirle un plato de sopa...
Y es que mi abuela sigue haciendo la mejor sopa de marisco del mundo
Volvió a ser una noche como las de entonces...sin prisas...sin reloj...con ganas de fiesta...con ilusión...con muchas anécdotas por contar...con besos y abrazos...con rondas y tabaco compartido...y sobre todo con risas...muchas risas...carcajadas que aún me siguen retumbando en los oídos...
Ayer todo encajaba y era perfecto... Me escapé un instante para buscar una estrella fugaz y pedirle como deseo que nos quedaran muchas noches como ésa...pero las nubes y el frío me obligaron a desistir a los dos minutos...tampoco me dejaron volver a salir sola a la calle...
Hoy me desperté sin resaca y se me escapaba la risa floja cada vez que hacía flash-back de la noche...
A media tarde me empezaron a entrar náuseas...tenía el estómago como si me hubieran dado una patada en él...yo ya no reía...supongo que se me acabaron todas las risas por la noche... y la vida ya no encajaba ni era perfecta...era un amasijo de piezas de puzzle y cristales rotos...y me invadió una horrible sensación de vacío...
Después, no sé por qué, mis pasos me encaminaron a casa de mi abuela... cuando llegué, lo único que me apetecía era sentarme en su regazo y ponerme a llorar...llorar y llorar...hasta quedarme seca...pero no lo hice...me limité a pedirle un plato de sopa...
Y es que mi abuela sigue haciendo la mejor sopa de marisco del mundo
Vivan las abuelas y sus sopas!!! Si ye que son las mexores :]
Me alegro de que pasaras tan buena noche, chula, porque tu anterior post era macro-preocupante. Que te den esas crisis después de una noche es inolvidable es normal. A mí me la dio en el tren de vuelta de Xixón a Tarragona. Y es que piensas que ya pasó, y que no volverá a pasar, pero por suerte seguimos volviendo y siempre vuelven buenos momentos. Y los que vendrán...
Un besazo gordo gordo, desagradable de lo gordo. MUÁ!
Qué fuerte me parece la de erratas que hay en mi anterior post. Pero no me da la gana corregirlos. Te los figuras, ea! xD
El regazo de las abuelas incita a desahogarse. Mi abuela ya no cocina nunca (aunque lo niegue) pero hacía la mejor leche frita del mundo. Ala, me ha entrado antojo.
Besos
Saruchi, te veo despistada... en las erratas, of course...Claro que se volverán a repetir noches como la del otro día... ya me encargaré yo de que así sea... y de que vuelvas (volváis) a Xixon también...que un "club es un club"... Besos gordos y buen viaje...Dale besos a la cuñi de mi parte...que no sé por qué, no dudo que lo hagas...pero dale alguno puro y casto de mi parte ;-)
Bea...sí, puede que el regazo de las abuelas incite a desahogarse, no lo sé... a mí fue la primera vez que me ha pasado...pero prometo que hubiera dado algo por tener 5 años y poder haberme puesto a llorar entre sus brazos hasta que me dolieran los ojos... eso sí, luego la sopa ;-)
Ah, la Lola no hará ya leche frita, pero sigue siendo la mejor...que la Lola es mucha Lola...
Besos Gordos e insomnes
Un abrazo a las dos