...Fuí a los bosques porque quería vivir a conciencia. Quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida. Olvidar todo lo que no fuera la vida, para no llegar a la muerte, descubriendo que no había vivido...



Peces, Olores y Recuerdos




Pa´ no tener que volver a identificarse (?)



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A mi padre, cuando está de vacaciones, le gusta salir temprano de casa para ir a comprar pescado… Al rato vuelve con media sonrisa disimulada dibujada en la cara, con un par de bolsas en las manos, y con un puñado de quejas en la boca sobre lo caro que está todo…
Después, con toda la paciencia y el esmero del mundo, se pone a limpiar, trocear y sazonar su compra… lo hace con tanto cuidado y cariño, que siempre se me escapa alguna sonrisa al contemplar la escena…

Siempre me acuerdo cuando me llevaba con él de pequeña a la ya inexistente Plaza del Pescado… Recuerdo arrugar siempre la nariz ante la primera bocanada de aquel olor al entrar…
- Los peces muertos huelen muy mal…
- Sí, pero estos no… esto es pescado…


A los pocos minutos, aquel nauseabundo olor desaparecía como por arte de magia… entonces yo iba agarrada de la mano de mi padre entre los puestos, mientras se empeñaba en enseñarme cómo se llamaba cada pez y lo sabrosos que iban a estar en cuanto él les echara mano…
Recorríamos la Plaza entera, pero al final siempre terminaba comprando en el puesto de su tía Lucila… no me acuerdo mucho de ella, pero recuerdo que yo siempre esperaba a dos metros, porque odiaba los besos de aquella señora que olía a pescado, y el billete de 200 pesetas naranja que siempre me daba cargado de escamas…

Si estábamos en otoño, antes de regresar a casa, parábamos en los puestos del paseo de la playa a comprar oricios… estaban en enormes cajas de madera o en grandes calderos negros… mi padre me soltaba la mano para escogerlos, mientras yo temía a que se pinchara, y la señora gritaba que estaban frescos, que los había faenado su marido aquella misma noche… aquella señora sí me gustaba, pese a que gritara demasiado… por lo menos no olía a pescado, sino a mar… aunque no me diese 200 pesetas… casi mejor así… quizá me hubiera clavados mil pinchos al guardar el billete en el bolsillo…


Hoy, la plaza ya no existe, la tía de mi padre lleva años criando malvas y ya no venden oricios en puestos ambulantes… eso sí, mi padre sigue cocinando igual o mejor que antes… huele mi casa en estos momentos a gloria bendita…


Otras 3 Bocas Dicen Sobre... “Peces, Olores y Recuerdos”

  1. Anonymous Anónimo 

    Mirá, voy a retomar lo que te quería decir en el comentario del post anterior "Acercando horizontes". Y es curioso, en "acercando..." hablás del presente y del futuro, y en este "Peces..." del pasado.
    Y vos, más allá de las idas y vueltas de la vida, sos, en esencia, la misma que iba a la plaza del pescado de la mano de su padre.
    Por alguna razón (o por muchas) el presente se te hace tedioso, horrible, rutinario...etc. etc.
    Pero también es cierto que vos te sentís mal más allá del entorno, más allá de todo.
    Sabés ?, no importa si es acá o allá o cruzando la montaña...si vas disfrazada de payaso o de odalisca...no importa que apariencia encarnes y en qué lugar lo hagas. En algún momento vas a estar sola (vos con vos...sin nadie más) y no te vas a poder engañar.
    Mirá para adentro. Ahí vas a encontrar mil respuestas que hoy parecieran faltarte. Entonces, una vez que todo este más claro, podés irte...y que ese irte quiera decir "buscar nuevos horizontes" y no se parezca a estar escapando de algo, alguien, o ambos.
    Espero que se entienda lo que te quise decir.
    Te mando un beso grande y un abrazo fuerte.
    PD: resumí tanto que intuyo que no se va a entender. Era para hablarlo durante horas con una botella de vino eterna..

  2. Blogger Guaju 

    LR, tienes razón... este es un tema para hablar en la barra de un bar,en una de esas noches de conversaciones eternas, de tratados filosóficos, y de peinar utopías con un vaso de ron en la mano... Pese al remunen, creo que te he entendido... Ahí va mi respuesta, que espero que se entienda, por estar tb resumida...

    A ver, creo ("creo") que hace tiempo que me he encontrado a mí misma... me ha costado lo mío, pero lo he hecho... Quizá ahí es donde surge la necesidad de huír... que, más que huír, yo lo llamaría seguir el camino para conseguir mis propósitos y mi meta...
    Sé lo que me has querido decir... claro que tuve mil veces esa necesidad de huír, hasta que me di cuenta de que sólo quería huír de mí misma... pero esta vez no... esta vez es distinto... Ahora sé quién soy, cómo soy y lo que quiero... por eso sé que no estoy en el lugar adecuado y creo estar desperdiciando el tiempo...
    Porque, aunque haya gente que le siga pareciendo ilusa, sé que los sueños se pueden coger con las manos... sólo es cuestión de estar convencida y luchar por ellos... no me cansaré de repetirlo: NADA es imposible y TODO es modificable... el día que deje de creer en eso, será cuando tenga que sentarme de nuevo a buscarme a mí misma... mientras tanto, intentaré ser fiel a mis principios... CARPE DIEM!!

    Creo que es un tema mucho más complejo...los dos hemos resumido bastante... una noche nos sentamos a discutirlo y/o intercambiar opiniones acompañados de una botella de vino, de un buen ron o de una ronda de mate...trato?

    Un besazo y mil gracias

  3. Anonymous Anónimo 

    Quedó clarísimo. A buscar nuevos horizontes, mujer, que nada es imposible...
    Besos

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