MIS CERTEZAS DESAYUNAN DUDAS...
Published martes, octubre 04, 2005 by Guaju | E-mail this post
Hoy tengo
La Pálida perforándome las entrañas...
Toca mudanza...
Tengo que recoger mis pedazos y no sé por dónde empezar... ni siquiera sé si quiero hacerlo... ni si puedo...
Me gustaría echar a correr, pero me flaquean las piernas... sé que no podría ir muy lejos... que miraría hacia atrás siempre con recelo...
Hoy más que nunca me gustaría creer que los sueños son alcanzables... que nada es imposible... que todo es modificable... que no todo está perdido... que siguen existiendo paraísos desiertos aún sin habitar...
No quiero perder el derecho a soñar... ni que se tambaleen mis principios... me niego una vez más a aceptar las normas... a mirar de forma lineal... a pensar que sólo hay un único camino... porque quiero seguir sintiéndome cuerda en este mundo de locos...
Difícil???...Sí, vale, muy difícil...pero no imposible...
Mientras tanto... aún me queda el derecho al pataleo...
[...no aprenderé nunca a retirarme a tiempo...]
*Absurdo: adj.Contrario y opuesto a la razón.
Dicho o hecho repugnante a la razón,
contrario al buen sentido, disparatado.
...Tantas, tantas cosas...
EL HOMBRE QUE SE CREÍA MUERTO
Había un señor muy aprensivo respecto de sus propias
enfermedades y sobre todo, muy temeroso del día en que le
llegara la muerte.
Un día, entre tantas ideas locas, se le ocurrió que quizás
él ya estaba muerto. Entonces le preguntó a su mujer:
—Dime mujer, ¿no estaré muerto yo?
La mujer rió y le dijo que se tocara las manos y los pies.
—Ves, ¡están tibios! Bien, eso quiere decir que estás vivo.
Si estuvieras muerto, tus manos y tus pies estarían helados.
Al hombre le sonó muy razonable la respuesta y se
tranquilizó.
Pocas semanas después, el hombre salió bajo la nieve a
hachar algunos árboles. Cuando llegó al bosque se sacó los
guantes y comenzó a hachar.
Sin pensarlo, se pasó la mano por la frente y notó que
sus manos estaban frías. Acordándose de lo que le había dicho
su esposa, se quitó los zapatos y las medias y confirmó con
horror que sus pies también estaban helados.
En ese momento ya no le quedó ninguna duda, se “dio
cuenta” de que estaba muerto.
—No es bueno que un muerto ande por ahí hachando
árboles –se dijo. Así que dejó el hacha al lado de su mula y se
tendió quieto en el piso helado, las manos en cruz sobre el
pecho y los ojos cerrados.
A poco de estar tirado en el piso, una jauría comenzó a
acercarse a las alforjas donde estaban las provisiones. Al ver
que nada los paraba, destrozaron las alforjas y devoraron todo
lo que había de comestible. El hombre pensó:
—Suerte que tienen que estoy muerto que si no, yo
mismo los echaba a patadas.
La jauría siguió husmeando y descubrió el burro atado a
un árbol. Fácil presa era de los filosos dientes de los perros. El
burro chilló y coceó pero el hombre sólo pensó qué lindo sería
defenderlo, si no fuera porque él estaba muerto.
En algunos minutos dieron cuenta del burro, sólo unos
pocos perros seguían royendo algún hueso.
La jauría, insaciable, siguió rondando el lugar.
No pasó mucho tiempo hasta que uno de los perros olió el
olor del hombre. Miró a su alrededor y vio al hachero tirado
inmóvil en el piso. Se acercó lentamente (muy lentamente,
porque el hombre era muy peligroso y engañador).
En pocos instantes, todos los perros babeando sus fauces
rodearon al hombre.
—Ahora me van a comer –pensó—. Si no estuviera
muerto, otra sería la historia.
Los perros se acercaron...
...y viendo su inacción se lo comieron.
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Perdón por la parrafada, pero ... de nuevo el maestro Bucay
No te des nunca por vencida ni renuncies a tu derecho al pataleo.
Un beso, chula
Pepa
Gracias Pepa... mil gracias... un honor leer en boca tuya al maestro Bucay... Ojalá todo se viera tan claro... Otro beso pa ti, chula
Duendecillo (aunque digas que te queda grande...yo sigo teniendo mis dudas), no sé si tengo derecho,pero voy a colgar aquí el post a este tema que me ha llegado vía msn...no quiero quedármelo para mí...quiero compartirlo, pq esas instrucciones pueden ayudar a más gente en determinados momentos...Muchas gracias, como siempre...y ahora, con tu permiso:
Instrucciones para destruir vacíos
Lo primero es aislar el vacío, para ello vierta todas las palabras que le puedan quedar entre los dedos sobre una pared azul. Mire al cielo. Saque de su cuerpo lo que aún pueda quedar intacto. Despliegue las simetrías. Sépase sordo, ciego, insípido (pálido). Construya un sacacorchos para descorchar su vacío. Haga tantos agujeros como días lleve sintiéndolo: muchos días, agujeros pequeños; pocos días, agujeros bien grandes. Circule por la izquierda. Desabroche la resignación de su mirada. Desentienda razones. Monte andamios con el color rojo. Responda siempre con otra pregunta. No camine por baldosas grises. Sume los agujeros obtenidos, divídalos por el número de estrellas que existe en el Universo (las que se ven porque existen y las que no se ven porque están dentro de usted sin saberlo). El resultado debe ser aproximadamente nulo. Su vacío se ha convertido en nada. Siéntese en la orilla a las 3:33. Tome un puñado de arena y comience a llenar ese espacio libre que ha dejado el vacío, píntelo de color azul antes de empezar de nuevo.
Ánimo!y patalea, y pelea, y grita, y...nada de recoger... todo lo que se pueda hacer tienes que hacerlo... eso de tirar la toalla está feo...
Gracias de nuevo a las dos, por esas tablas en mitad del naufragio...habrá que nadar a por ellas y arrimarse a alguna orilla...
Un abrazo