Se acaba el verano...hoy hace sol, pero es uno de los últimos retazos de buen tiempo por estas tierras...
Apenas quedan guiris dándole color a las calles, y los residentes hacen cábalas para estirar el sueldo y llegar a fin de mes...
A eso de las ocho de la tarde se hace imprescindible ponerse una chaqueta para abrigarse de la brisa que se levanta al atardecer...los días, sin casi darnos cuenta, se han acortado de una forma exagerada...y el aire huele a otoño prematuro...
A comienzo del nuevo curso...a libros, libretas, gomas, lápices, bolis...a "akuna Matata, al cole tienes que ir"...a uniforme y a zapatos nuevos...a carpetas a la espera de ser forradas con las mejores fotos...a reencuentro con las personas que han estado fuera...a historias con amores y desamores de verano...a vuelta a la rutina y a la monotonía...
A cambio de ropa en el armario...a planes, proyectos y metas nuevas...a tardes de café al abrigo de la lluvia...a mangas largas y jerseys...a orbayo incesante contemplado tras el crisral, que se empaña con nuestro aliento...a frío... a hojas caídas...a cielos grises y encabronados...a tristeza, soledad y hastío...a fin de verano...a irremediable fin de verano...
Y cuando llegan estas fechas (aunque este año, gracias a diosa, no pusieron por enésima vez la reposición...si la llegan a echar,
he de confesar que la hubiera tragado entera...lo sé, pero soy española, por lo tanto, llevo algo de friki en las venas...) siempre se me viene a la cabeza, sin poder parar de tararearla, la canción del último capítulo de
Verano Azul...
El final del verano llegó,
y tú partirás.
Yo no sé hasta cuando
este amor recordarás.
Pero sé que entre mis brazos
yo te tuve ayer,
y eso sí que nunca,
nunca, yo olvidaré.
Dime, dime, dime, dime amor
dime dime si es verdad
lo que sientes en tu corazón,
si es amor en realidad.
Nunca, nunca, nunca, nunca más
sentiré tanta emoción
como cuando a ti te conocí
y el verano nos unió.
Y se iban Javi y Quique...y Bea y Tito...y el Piraña...y Desi...y Julia, después de recorrerse Nerja intentando guardar en sus pupilas los recuerdos de aquel verano...y se iban los amores y las amistades...las risas hasta altas horas de la madrugada...se iban las calmas y las "no" prisas...las tardes jugando a las cartas...los guateques...las primeras rebeliones a los padres...los últimos días de infancia...
Y el que se quedaba era Pancho...vacío y solo...más solo que nunca...
Así que yo, cual Panchita fuese, me quedaré a ver cómo recogen las casetas de la playa, como empiezan a oscurecer los días, y a recorrer, una y otra, vez las calles que han cambiado este verano de significado para mí...
[El final del verano llegó... veis, ya la tengo metida en la cabeza...grrrr...soy, irremediablemente, friki]
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