...Fuí a los bosques porque quería vivir a conciencia. Quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida. Olvidar todo lo que no fuera la vida, para no llegar a la muerte, descubriendo que no había vivido...



Unión Scotch




Pa´ no tener que volver a identificarse (?)



All personal information that you provide here will be governed by the Privacy Policy of Blogger.com. More...



Subiendo del trabajo, he visto a un puñado de gente mirando a través de las verjas de un colegio. Estaban viendo un partido de baloncesto. Por las edades de las participantes y de la altura de las canastas, calculé que serían "infantiles".
Y me paré durante unos minutos yo también. Pero yo no estaba viendo lo mismo que el resto de la gente...

Quinteto Inicial:

- nº 13 Carmen (base)
- nº 5 María (escolta)
- nº 11 Silvia (alero)
- nº9 Elena (pivot)
- nº 10 María la Alta (pivot)

Ahí estábamos las cinco, tras el grito de guerra inicial (((((Scotch))))) alrededor del círculo, dispuestas a comernos a las rivales...

María la alta gana el salto inicial, Elena recupera y se la cede a Carmen para que la suba mientras organiza el juego... sus dedos marcan la jugada nº 2... comienzan las fintas, los bloqueos y las primeras canastas...

Gonzalo que me grita desde la banda: "no cambies el juego a la derecha, entra por la izquierda...o es que la tienes de madera???"

Dios, qué ganas de coger un balón!! Notar su tacto áspero en mis manos...dejarlo deslizarse sobre las yemas de mis dedos...
Hace nueve años que no toco bola y ya se me han quitado los callos de las manos...pero cada vez que me paro a mirar un partido entre colegios, una cierta envidia y angustia me invade...

Echo en falta el sentirse única en medio de la cancha, el trabajo en equipo, el sonido de la red cuando la bola entra limpiamente por el aro, la sensación de ser capaz de desconectarse y no oír ni un solo grito de las aficiones en las gradas, las palmadas alentadoras en la mano o en el culo tras un tiro libre (en la cabeza si era triple), los sprints de canasta a canasta y la sequedad en la boca cuando llevabas casi veinte minutos jugando a todo trapo... el saltar en una lucha, el robar un balón y echar a correr sola y meter canasta, hacer un buen marcaje y convertirte en perro de presa hasta desesperar a tu rival, que terminaba por pegarte cada vez que te arrimabas y al final la expulsaban con cinco faltas...Conseguido!!...
La sensación de saber si el tiro iba a entrar o no nada más salir de tu mano, las quemaduras en las rodillas y muslos cuando tu cuerpo rozaba contra el parquet, el olor a sudor fresco y la camiseta pegada a la espalda, el choque de manos ante un cambio, palmadas en el culo de las del banquillo mientras te pasaban garrafas de agua y te hacían hueco para sentarte, el pitido del final del partido, y el marcador a nuestro favor...como siempre...

Pero si hay algo que echo de menos, eso es sin duda, el trabajo en equipo, el sentir en equipo, el pensar en equipo, el... EL EQUIPO
La gloria y los triunfos nos los llevábamos en los partidos, pero la base y el fondo se forjaba en los entrenamientos...

Aquellos intensos pero divertidos entrenamientos, bajo una lluvia incesante que calaba hasta los huesos, las bromas, las chorradas, las novedades...Gonzalo mandándonos hacer abdominales o sprints como castigo por no cerrar la boca o, como me hizo a mí un día, ponerme esparadrapo en la boca para que me callara un poco...los estiramientos y ensayar jugadas nuevas una y otra vez, el 3x3, el "ataque de once", el "café caliente" que tanto odiábamos, y las "líneas"...aquellas putas "líneas" que, cuando terminabas, tenías los pulmones a la altura de la tráquea... los nervios en los días previos a partidos decisivos, los ánimos, las broncas, equipo blanco y equipo de color...recoger balones, llegar a casa a las diez de la noche, ducharse y sentirse nueva y relajada...

Y no sólo aprendí a jugar a baloncesto... aprendí a compartir alegrías, victorias, derrotas, cansancio, miedo, nervios, medallas, malentendidos, bromas, sonrisas, carcajadas, deportividad, jugar limpio y, sobretodo, sobretodo...aprendí a ser amiga y a tener amigas, para lo bueno y para lo malo...pq, aparte de ser amigas, éramos un equipo...

Y un buen día, cuando lo arriba narrado se iba desvaneciendo poco a poco, huí como una cobarde, antes de verlo resquebrajarse para siempre...no quería seguir siendo la capitana de un equipo que comenzaba a desmoronarse... Y colgué mi ropa en el vestuario y me fui.

Pero llegó otro día (varios años después) que el destino hizo que coincidiéramos, entre las cuatro paredes de la facultad, Mar, Carolina, Gonzalo y yo...y volvió a apoderarse de mí esa sensación/angustia de equipo...y les propuse organizar una cena para reunirnos todas, y les encantó el plan; a ellos y a las otras 22 que fui llamando, una por una, y se fueron apuntando todas...absolutamente todas...

Llegó el esperado día y nos sentamos a cenar en aquel larguero: pincheo, sangría (mucha sangría), tabaco, risas, carcajadas y mil y un recuerdos y anécdotas compartidas...Y, cómo no, el espíritu que antaño nos había unido, aquella noche estaba rondando sobre nuestra mesa...

Y me sentí orgullosa por haberlo organizado, por volver a juntarnos todas, por el beso que me dio Gonzalo tras decirme: "sigues siendo la capitana. Muy buena idea. Ahora sólo falta fijar una fecha inamovible para repetir cada año"

Y le hice caso, como siempre (por mucho que se empeñe en decirme que lo tomo por el pito del sereno) y fijamos como fecha el fin de semana anterior a la semana de Noche Buena.

Y este año recién finado, hemos hecho ya la tercer cena, y la participación sigue siendo, asombrosamente, la misma...y las ganas de juntarse y recordar también.

Y me atrevo a aventurarme a predecir lo que pasará en la cuarta, porque en las anteriores ya pasó lo mismo...

Sangría, comida, mil historias, novedades, besos, abrazos, recuerdos...cacharros, muchos cacharros, que abren la vena sensible y llega la hora de las confesiones...de las verdades que han quedado por decir...

Sé, que cuando estemos terminándonos el café y el chupito en la cena, Bea me dirá una vez más: "María, me dijo mi padre que le diera recuerdos a su alero favorito...te sigue llamando así...así o María la pecosina..."

Sé que luego, cuando esté a punto de terminarse el primer Cacique, se me acercarán Elena, Lorena, Carmen y María la alta, y recordaremos nuestras primeras borracheras juntas...nuestros primeros novios...nuestras primeras gamberradas... Y diré alguna chorrada, y Elena me abrazará, me acariciará la cabeza y me dirá entre carcajadas: " Desde luego...hay cosas que no cambian nunca...No cambies, tía, que contigo siempre parece que nos hemos visto ayer..."

Y con el tercer cacharro en la mano, sé que María la alta se irá arrimando cada vez más, hasta conseguir estar solas y decirme por cuarta vez que yo siempre tuve la razón, que habían sido gilipollas, pero que se dieron cuenta con el paso del tiempo, que muchas veces se acuerda de mí y que le da rabia no atreverse a coger el teléfono y llamarme...Y yo asentiré, como siempre, y pensaré para mí: me parece genial, pero...demasiado tarde ya, no??...Pero así y todo, me morderé la lengua y le daré un beso (lo pasado, pasado es)... y prometeremos "esta vez fijo, tía" llamarnos para tomar un café...y las dos sabemos que no lo tomaremos hasta la siguiente cena.

Y ya cuando haya perdido la cuenta de los Caciques y tenga la sensibilidad a flor de piel ante tantas muestras afectivas, sé que buscaré a Silvia y ella me buscará a mí...sé que nos sentaremos en un taburete en la barra y que nos pediremos un nuevo cacharro, y comenzaremos a recordar nuestros días de gloria en la cancha...los partidos en el colegio, la selección asturiana, los entrenamientos con la selección española... Y tras reírnos un rato con las anécdotas y experiencias compartidas, ambas hundiremos nuestras narices en el vaso, con la mirada perdida, y estaremos volando muy lejos de aquel taburete...
Y mientras paladeo y termino el último trago de ron, volveré a decirle un año más:
"Si hubieras ido al Campeonato de España de Colegios, en Alicante, hubiéramos quedado las primeras fijo...las otras comunidades no tenían nivel...era fácil ganar, pero me faltabas tú y yo sola no podía tirar con todo el equipo..."
"Sí (me dirá Silvia), éramos las mejores...el tándem perfecto, el temor en la cancha...teníamos una velocidad y una compenetración inmejorable e insuperable...Joer, qué tiempos aquellos...nos lo comíamos todo"

Y se acercarán el resto a nosotras para decirnos que cambiamos de chiringo...y bajaremos de la nube en la que volamos...pero antes de unirnos al resto y seguir urdiendo y tramando putadas (mira que somos un par de cabronas las dos...), nos daremos un fortísimo abrazo mientras nos decimos "fuímos las mejores"... Y me dirás "Schhh, que no nos oigan las demás, que les da envidia"

Y terminaremos la noche todas, igual que una manada de ñus... y nos darán el toque en varios chiringos para que nos comportemos como personas civilizadas...Y llegará el alba y el cansancio, y cada una se irá a su casa, sabiendo que de hoy en un año, vamos a volver a juntarnos y a repetirnos las mismas cosas...pero iremos para la cama felices y contentas, por haber recordado y revivido todo lo que fuímos y soñamos un día...un lejano día...cuando pensábamos, soñábamos y vivíamos en equipo....

Va por vosotras chicas.....((((((((((((((((SCOTCH))))))))))))))))


Otras 0 Bocas Dicen Sobre... “Unión Scotch”

Suelta Por Esa Boca...

      Convert to boldConvert to italicConvert to link

 


  • Guajuca
  • Xixón, Asturies
  • Conversaciones de Pasillo en... Guajuca@gmail.com

Previous Posts

Esta Boca Dijo En Su Día...

Links


ATOM 0.3